Tanto en suelos nuevos ( Tablilla encolada o Tarimas), siempre que no se trate de un pavimento acabado de fábrica como en viejos ( Rehabilitación) hay que lijar antes de barnizar, de forma que se eliminen los resaltes y se obtenga una superficie plana y afinada.

En los suelos viejos se deben eliminar al la vez, los restos de acabados antiguos como son barnices y ceras, y la suciedad.

El proceso completo de lijado requiere diversas pasadas con lijas de diferentes granos. La cantidad de pasadas depende de los desniveles de la superficie y de la dureza del barniz y la madera instalada.

Se deberá vaciar la superficie a restaurar (Muebles, cuadros, alfombras, cortinas, etc.,)

Se habrá de comprobar si existen tablillas sueltas o defectuosas sobre la superficie, reponiéndolas y pegándolas correctamente si su estado es muy defectuoso y no permite restauración encajaremos piezas nuevas.

Antes de comenzar el lijado limpiaremos el suelo con cepillo o bien con aspirador.

Se debe prestar especial atención a los clavos emergentes o mal fijados porque pueden originar daños tanto a la cinta abrasiva como en los rodillos de las máquinas lijadoras.

Después del segundo pase de lija, se debe observar si el suelo de madera tiene grietas, fisuras o imperfecciones que no han sido visibles antes de lijar. En este caso estas se tiene que rellenar a los últimos pases del afinado.

 Un buen emplaste tiene que tener las siguientes características:

- Capacidad de llenado de las juntas y fendas

- Secado rápido que permita el lijado o pulido finales en tiempo breve

- Elasticidad una vez expuesto a las variaciones dimensionales.

- Buena adhesión a la madera.

- No manchar la madera.

La mano de fondo debe ir siempre adecuadamente pulida, para garantizar un buen anclaje de las manos sucesivas de barniz

Se puede entender el barnizado como un proceso de acabado común a todo tipo de pavimento de madera, pues incluso las tarimas o Parquets flotantes acabados en fábrica son susceptibles de rehabilitarse y por tanto de rebarnizarse posteriormente.

  El barnizado de un pavimento consiste en la aplicación de una capa de barniz lo más uniforme posible en cuanto a espesor, brillo, etc., sobre la superficie lijada y limpia de la madera. 

El barniz debe tener una determinada fluidez que permita su extensión con facilidad a toda la superficie del pavimento con el sistema de aplicación elegido .Inmediatamente después de la aplicación comienza la etapa de secado y endurecimiento de forma simultanea, resultando finalmente una lámina seca y endurecida perfectamente anclada ala madera.

Lo usual es realizar el barnizado en dos o más manos.

Es muy importante antes de empezar a barnizar una recogida del polvo del suelo mediante aspirador, es necesario también repasar las holguras del rodapié u otros focos ocultos de polvo, pasado un tiempo realizaremos otra pasada de aspirador para que se deposite el polvo suspendido en el aire.